Son las 23:45 en Madrid y me entraron ganas de escribir. Más que nada de escribirte. De escribirles… porque me encanta escribir. Holaaaaa, son las 23:45 y en 15 minutos se acaba el año y yo tengo cosas que escribir y decir…
De locos pensar que mi noche de año nuevo la pasaría conmigo en mi cuarto… O al menos eso creo que pensaría en 2020. Hoy es 31 de diciembre de 2023 y no es mi primera vez pasando la noche de año nuevo, conmigo misma, sola, en mi cuarto. El 2021 me dio una cucharada de esta experiencia gracias a Covid jaja… Y es de locos pensar que ese 2021 fue el preciso año en el que tire la flecha a vivir la vida que estoy viviendo ahora.
Si me estás leyendo, puede ser que me empezaste a leer este año o puede ser que me leas desde que inicié a compartir más de mi vida en redes — eso fue en 2021 — y es de locos pensar todo lo que ha pasado desde entonces a ahora. Siempre es irónico escribir eso porque siempre aunque sé que es un sentimiento que llegará, nunca deja de sorprender cuando llega — esa ilusión mezclada con nostalgia de lo mucho que el tiempo puede cambiar y lo mucho que nos podemos permitir cambiar.
En 2021 tuve un año de mucho atrevimiento y de mucho emprendimiento, en 2022 lo sostuve y a finales llegó la hora de cambiarlo. El 2023 en cambio ha sido más interno. Pero lo que siempre supe fue que en 2021 ya soñaba con la vida que estoy viviendo ahora.
Es 2023 y vivo en Madrid y es loco pensar eso pero, me encanta como suena! Es 2023 y soy yo la que me sostengo en mi vida en Madrid. Es 2023 y soy yo la que me he dado la oportunidad de darme todo lo que quiero. No todo paso de la manera que quería que pasara ni que pensaría que pasará e irónicamente y de manera cursi también paso mucho mejor. Y este año no me queda lección más grande que apreciar esto. No me queda algo más que cerrar el año agradeciendo esto.
Este año ha sido el año en donde más decisiones “de tirón” o al menos, eso parece, he tomado.
Decidí quedarme a vivir en Madrid después de terminar mi master, decidí construir un hogar, decidí sostenerme a mi misma en mi hogar, decidí decirle “adios” a lugares que han sido casa, decidí recibir y decirle adios a tener que hacerlo todo sola, decidí dejar relaciones.
También me abrí y con eso abrí muchas puertas — abrí puertas con un “hola” a personas que antes admiraba y ahora considero “colegas,” abrí puertas conociendo a personas que no sabía que quería que formarán parte de mi vida y ahora son parte esencial de ella, le abrí la puerta a responsabilidades que nunca pensé que quería y que ahora no me imagino sin ellas, le abrí la puerta a ser “oficialmente” adulta y con el miedo de un lado, le miro de frente y sin pena a lo que viene y lo que hay.
Estoy en paz con mi 2023. Y aunque no fue mi año favorito, sí fue un año donde todo lo movido me ha traído paz. Son las 23:53 a la hora que escribo esto y me da paz saber que estaré conmigo, empezando este 2024, y toda la vida.
Estoy orgullosa de ti — me repito todas las mañanas. Y espero que tú también te lo empieces a decir.
Y si tú que me estás leyendo, formaste parte de mi año y lo sabes, te quiero mucho.
Feliz 2024. Ahora sí. Ya es primero de enero acá. Y te dejo con la canción que curiosamente mi shuffle estaba sonando y asi lo empecé. Espero que tú también lo tomes como tu señal de volar este año porque you can flyyyyyyy y a veces no sabes hacia donde pero sabes que el camino te dejará justo en tu destino. Es más, a veces el destino te escoge a ti.
Ah y, ¿nos vemos más por acá este año sí?
MUAAAAA
-Lauuuuu